El simple hecho de tener una terraza acondicionada para su uso y disfrute durante todo el año puede hacer que cambies radicalmente el concepto que tienes de tu propio hogar. Organizar comidas, cenas, desayunos… Descansar, desconectar de la rutina… Este nuevo espacio, en el que todo está por hacer, tiene posibilidades infinitas. En este post te damos algunas ideas para aprovechar la terraza durante todo el año.
Hay detalles que modifican completamente la forma en la que vives, proporcionándote un bienestar diario de incalculable valor. Todos, de una forma u otra, buscamos mejorar nuestra calidad de vida y para ello, a veces, hay que tomar decisiones importantes. Pero todo tiene su recompensa. Así que, si tienes una terraza y no la aprovechas durante todo el año estás dejando pasar una oportunidad que está al alcance de tu mano, porque una terraza bien utilizada puede ser una fuente inagotable de bienestar. La disfrutarás ya sea otoño, invierno, primavera o verano. Y aunque las opciones de uso son tan variadas como el número de personas que la viven, hábitos como desayunar, comer o cenar en este nuevo espacio de tu hogar te brindarán la posibilidad de disfrutarla día tras día.
En tu terraza todo es empezar
Sí, lo primero es instalar un sistema de cerramiento para terrazas para que así la mantengas limpia, cuidada y ordenada aunque llueva, haga viento o de la calle llegue un ruido insoportable, tú estés disfrutando en tu terraza a tus anchas. Una vez que des este paso, la historia de amor con tu nueva terraza no habrá hecho más que comenzar. Te proponemos algunas ideas para aprovechar este espacio y para que de paso te veas viviendo estos momentos especiales, que van desde las comidas con los amigos hasta preparar un espacio de juegos para tus hijos.
Cómo cocinar en la terraza
Si te adentras en el vasto universo de qué y cómo cocinar en tu terraza no te van a faltar amigos y veladas que podrán prolongarse durante el día e incluso toda la noche. Vamos con algunas sugerencias para estos momentos especiales al calor de una buena mesa.
Cómo organizar una cena de verano en la terraza
Una parrilla es fundamental para organizar comidas y asados informales y memorables en la terraza. Puedes organizarla en verano pero también, hacerlo durante el resto del año. Tampoco tiene que ser un fin de semana. Un día entre semana puede resultar de lo más divertido, tal vez en torno a un partido, una película o el capítulo de nuestra serie favorita.
Existen muchos modelos de parrillas incluso para balcones. Pregunta por el modelo que mejor se adapte a tu terraza, eso sí, con las parrillas eléctricas se reduce el riesgo de incendio prácticamente a cero y en ambos casos, mientras cocinas, será necesario que abras alguna de los cristales para que pueda salir el humo.
¿No se te ocurre el menú? Desde brochetas de carne y verduras, salchichas variadas, langostinos… y si tienes huerto urbano, prepárales una ensalada con verduras recién recolectadas de tu huerto para sorprenderlos.
Cómo preparar una comida informal en la terraza
Pocos placeres son equiparables a ver caer la tarde en tu terraza acristalada, tomando un aperitivo después del trabajo, para terminar preparándote un picoteo informal. Este sencillo hábito le dará a tus días de diario otra dimensión. Pruébalo.
No te compliques. Un ligero picoteo de untables, patés y salsas, servidos en bowls diferentes y en una bandeja grande sobre la que puedes colocar también las tostadas de pan y variados crudités para mojar en las salsas serán lo más acertado. Las zanahorias o el apio cortados en tiras quedan riquísimos con hummus, guacamole, paté de berenjena o alguna adictiva salsa de queso. Además, si no te quieres complicar la vida preparándolos tú mismo, en los supermercados venden todos estos untables listos para llevar.
Organizar el espacio en tu terraza
Para que tu terraza encaje a la perfección con tu vida social y con tu intimidad es fundamental saber cómo organizar el espacio. Tu mantra, a partir de ahora, será que todos los elementos que vayan a formar parte de este escenario sean, ante todo, confortables. No habrá objetos que estén porque sí, o bien cumplirán una función o bien estarán ahí porque son objetos que amamos y que hablan de nosotros. Pero, ojo, estos los que menos. Así evitarás que la terraza se llene de mobiliario y objetos que no son imprescindibles. Recuerda: Menos es más.
También ten en cuenta que todos los muebles y objetos sean funcionales para los diferentes usos que vaya a tener tu terraza. Imagínate tu vida en este espacio: desde una barbacoa con amigos a una cena romántica, sin olvidar un rincón para el descanso y por qué no, también para trabajar.
Cómo crear dos ambientes fundamentales
Se nos ocurren dos espacios fundamentales que puedes crear en tu terraza, aunque evidentemente la posibilidades y combinaciones son infinitas. En este caso, hablamos de un espacio para las comidas y un espacio para el descanso. El primero estará muy bien pensado. Aquí tendrán lugar casi todos tus desayunos, brunchs los fines de semana, almuerzos, cenas íntimas y con amigos… Una mesa ha de protagonizar este ambiente y su tamaño irá en función al espacio del que dispongas. Desde una mesa robusta si tu terraza es amplia hasta una mesa pequeña de hierro, con solo dos sillas plegables, si tu espacio es reducido. Además, hay carritos con superficies de trabajo que puedes llevar desde la terraza a la cocina, con cubos de basura por debajo, que son muy funcionales para cocinar en la terraza, preparar bebestibles, etc.
Para estar cómodo en estas ocasiones y no tener que andar yendo y viniendo a la cocina por platos, vasos y demás menaje, un pequeño mueble para almacenar y ordenar estos elementos en la terraza es muy práctico. Si no, puedes hacerte con un carrito en el que también coloques todo el menaje que te irá haciendo falta en la terraza.
El segundo ambiente ha de diseñarse pensando exclusivamente en el descanso. De nuevo, si tienes espacio podrás elegir entre un sillón con reposapiés, tumbonas, hamacas… o incluso un columpio. Por qué no. Pero si tú terraza es más reducida, tendrás que pensar en muebles muy flexibles: bancos en forma de L que también sirvan, a modo de baúl, para recoger cojines y mantas, pufs… mesas y sillas plegables. Con algo de imaginación podrás sacarle mucho partido.